En
un contexto mundial de tanto desarrollo tecnológico también se viven situaciones de mucha
inequidad, dentro del Argentina eso sucede muchísimo,
esto es, en el mundo todavía vemos que del 20 por ciento
más pobre de la población mundial, el 60 por
ciento se sigue muriendo de patologías para las cuales
hay tratamientos disponibles, que no son costosos y que están
disponibles desde hace muchísimo tiempo pero a los cuales
esta población no tiene acceso.
En un contexto mundial
de tanto desarrollo tecnológico
también se viven situaciones de mucha inequidad, dentro
del Argentina eso sucede muchísimo, esto es, en el mundo
todavía vemos que del 20 por ciento más pobre de
la población mundial, el 60 por ciento se sigue muriendo
de patologías para las cuales hay tratamientos disponibles,
que no son costosos y que están disponibles desde hace muchísimo
tiempo pero a los cuales esta población no tiene acceso.
Un buen ejemplo es
extrapolar, por ejemplo, -son números
que ustedes seguramente conocen-, la mortalidad infantil del Japón,
si todos los países del mundo tuviesen la mortalidad infantil
del Japón con los recursos que están actualmente
disponibles, se evitarían once millones de muertes de niños
cada año.
Dentro del Argentina
también sucede lo mismo, también
vemos un gran desarrollo de tecnologías, tecnologías
que están disponibles para algunos sectores de la población
e intervenciones mucho más básicas que no están
disponibles para otros.
Pero bueno, tampoco
todo es una cuestión de dinero, si
en una gráfica vemos la representación del producto
bruto interno per capita por país, y la expectativa de vida,
vemos que obviamente los países más ricos tienen
mayor expectativa de vida que los países más pobres;
pero también hay países que administran mejor sus
recursos de salud y que a pesar de no ser países con tanta
riqueza tienen buenos indicadores sanitarios y otros países
relativamente ricos que administran mal sus recursos de salud y
tienen indicadores no tan buenos.
Por estos motivos
los sistemas necesitan asegurarse que van a cubrir solo aquellos
tratamientos que son efectivos, obviamente nadie quiere desperdiciar
recursos en tratamientos que no son efectivos, y a veces también hay que elegir en aquellos que sean más
costo-efectivos; y estos aspectos se tienen cada vez más
en cuenta a la hora de tomar decisiones sobre cobertura, rembolso
de tecnologías sanitarias. Así que el punto es, si
es necesario regular esta incorporación de nuevas tecnologías.
Son muchas las tecnologías que aparecieron en Argentina
estos últimos años y el motivo por el cual es importante
regular su incorporación, es porque ante un escenario de
recursos limitados -como son siempre los presupuestos de salud
en nuestros países o en todos los países-, la incorporación
indiscriminada de nuevas tecnologías puede distraer recursos
de intervenciones que son más importante y se puede terminar
financiando tecnologías costosas que ofrecen beneficios
pequeños, a expensas de estar dejando de hacer intervenciones
más efectivas y más necesarias.
Había una decisor en la Argentina que decía que
las tecnologías nuevas son un imán, un imán
para la atención del público, para los pacientes,
para los que compran cosas para los hospitales y ese imán
a veces distrae recursos de intervenciones más básicas
y más efectivas que terminan no estando disponibles para
otros.
Un primer paso es
primero ser capaces de identificar mediante la evaluación de tecnologías sanitarias, aquellas
tecnologías para las cuales existe evidencia sólida
de efectividad y seguridad, esto parece algo evidente y del sentido
común, pero la realidad, al menos, en Argentina es que hoy
se cubren muchísimas intervenciones médicas para
las cuales no hay ninguna evidencia de efectividad, incluso para
las cuales hay evidencia de que son perjudiciales o de que hay
otras alternativas mejores; así que todavía estamos
nosotros en Argentina muy lejos de poder identificar aquellas verdaderamente
efectivas.
Después está el siguiente paso, que es muchísimo
más difícil y son decisiones más difíciles
de tomar, que es, dentro de aquellas que son efectivas, poder identificar
aquellas que, por ejemplo, ofrecen pequeños beneficios a
expensas de costos muy altos, de otras que tienen una relación
de costo-efectividad más favorable, es decir, aquellas que
sean verdaderamente costo-efectivas para la realidad económica
y sanitaria de ese país o de esa región y que además
puedan ser cubiertas por el presupuesto que existe en ese momento.
Hay cosas que quizás son relativamente costo-efectivas pero
no hay presupuesto para garantizar su cobertura a nivel universal
en una región o en un país. siguiente... |