Además
de la mastografía, los exámenes clínicos en
el que el médico palpa con los dedos y el autoexamen de
senos son importantes para la detección del cáncer
de mama. Existen recomendaciones generales para la mastografía,
el examen clínico y el autoexamen de senos. Las mujeres
deben discutir con su médico personal con qué frecuencia
deben hacerse un examen de cáncer de mama; dichas recomendaciones
varían dependiendo de los factores de riesgo personal tales
como antecedentes familiares de cáncer de mama.
¿cuáles son los riesgos?
El nivel de radiación es bajo y casi no existe riesgo alguno
a causa de la mastografía. Si la paciente se encuentra embarazada
y necesita que le evalúen alguna anomalía, se protege
el área abdominal con un delantal de plomo.
Las causas del cáncer de mama no se conocen; sin embargo,
existen factores de riesgo que influyen para que este tipo de cáncer
se presente:
-
Antecedente
personal de cáncer de mama; esto significa que de 10 a 15%
de las mujeres que han padecido cáncer de mama, lo pueden
presentar nuevamente dentro de los siguientes 15 ó 20 años
en el seno contralateral .
-
Las
mujeres que tienen una madre, hermana o hija con cáncer
de mama, corren el riesgo de desarrollarlo de 2 a 4 veces más
que el resto. Por ello, deberán realizarse un examen
diez años antes a la fecha en que cumplan la edad en
que a su familiar se le detectó el cáncer de
mama.
- Las mujeres que
nunca tuvieron hijos o que tuvieron a su primer hijo después de los 30 años,
o quienes no lactaron, presentan un incremento en las posibilidades
(2 a 4) para desarrollar este cáncer. De la misma forma,
las mujeres que comenzaron a menstruar antes de los 12 años
y las que dejaron de menstruar después de los 50 años,
tienen una a dos veces más posibilidades de riesgo.
¿cuáles
son los beneficios?
La mastografía es el examen más preciso para
detectar el cáncer de mama. De hecho, aproximadamente entre
el 90 y el 95% de los diferentes tipos de cáncer de mama
se detecta mediante este examen. La mamografía es muy importante
porque permite detectar cánceres antes de que estos puedan
percibirse mediante el examen físico.
Si el cáncer es detectado tempranamente hay más
posibilidad de éxito en el tratamiento y además la
probabilidad de curación es grande.
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